Yo también pensé hacerme rico imprimiendo camisetas. (2 de 2)



Como comentábamos en la primera parte de este artículo, ya tenemos una estimación de nuestra incursión en la venta de camisetas personalizadas. ¿Y ahora qué? Aparte del dolor de bolsillo, aún nos queda mucho por procesar. Lo primero debe ser establecer una estrategia de ventas acorde con nuestras necesidades y expectativas  No es lo mismo adaptarse al pequeño comercio que dedicarse a la venta online.

En el primer caso,  los vendedores seréis vosotros directamente, personas de vuestro entorno, o resolveréis la venta mediante acuerdos con diferentes comercios. Evidentemente, si los vendedores sois los mismos promotores, las ventas van a ser mucho más reducidas (no se puede estar en todo), aunque también reporta beneficios, además de un mayor control del producto. La elección es personal, este método puede ser mucho más productivo  que el comercio a gran escala, por ejemplo para costearse el viaje de fin de curso, ya que todo el beneficio recae sobre unas pocas personas.

Si, por el contrario, preferís tener un alcance mayor a costa del beneficio por prenda, podéis establecer acuerdos con diferentes tiendas para vender la ropa. Aquí existen varios métodos, lo ideal es vendérselas, estableciendo un precio de cara al público mediante contrato (esto puede suponer ciertos quebraderos de cabeza más adelante, por lo que sería bueno tenerlo previsto). Aunque siendo realistas, si los dueños de los comercios no están convencidos, se puede llegar a un acuerdo por el cual ellos exponen la ropa y, si se vende, repartís el beneficio a porcentajes razonables.

En cuanto a la venta por internet, siempre tendrá un sobre coste. Hay que montar una web, lo que conlleva ciertos gastos, diseñarla y promoverla tampoco es gratis. Podéis hacerlo vosotros mismos si disponéis de los conocimientos necesarios o invertir en un diseñador web profesional.


Hay que decir que a estas alturas ya tendríamos que tener planeadas cosas que se han dado por obvias en este artículo, como el público al que va destinada la ropa, el precio, la calidad general y, como mínimo, un plan para reabastecerse si la empresa da sus frutos.

Por último solo nos queda poner en práctica estos consejos, trabajar mucho en nuestra apuesta particular y ver como le vamos quitando cuota de mercado a Inditex.


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